Torrelodones tendrá un nuevo espacio público recuperado para el paseo en sintonía con los elementos naturales. La vaguada protegida -pasillo conector de los dos parques regionales- que discurre desde la calle Herrén en el Área Homogénea Sur hasta las vías del tren, es un corredor natural que sin embargo permanecía como escombrera residual de las nuevas urbanizaciones y era un laberinto de maleza. El Ayuntamiento de Torrelodones comenzó las negociaciones para que la Comunidad de Madrid cediera su protección y en el 2017 encargó el rediseño de su paisaje al grupo Pikionis de arquitectos urbanistas. Hace tan solo unas semanas se abrió al público.
Según el catastro, en esta depresión del terreno discurre un arroyo llamado ‘San(z) Coronel’, que aún se desconoce a quien se refiere. Por él discurren tanto abundantes aguas que emergen del subsuelo como de las correntías de las calles. Aunque aún no hay letrero que indique el nombre de este espacio, expertos visitantes han sugerido como nombre alternativo ‘La vaguada de los pájaros’, por su numerosa presencia, atraídos por la humedad tal y como ya lo advierten los chopos y sauces que subsisten. Durante meses, previos al diseño del proyecto de obra, en el grupo Pikionis tienen como forma particular de trabajo la observación día y noche del comportamiento natural del terreno y de las personas porque dicen que “en nuestros diseños respetamos, no imponemos”.
En los 3,3 hectáreas de intervención y 5 meses de obra han abierto una entrada por la calle Herrén donde se puede contemplar en altura el paisaje de la meseta y un descenso suave con caminos trazados. Julián Delgado explica que “hemos marcado el nacimiento del arroyo con una de las cuatro fuentes que hemos instalado”. Antonio Iraizoz señala una casa al costado de la vaguada -deshabitada y por mucho tiempo en venta- que en los años 30 formaba parte de la Colonia Varela y que “podría cubrir la necesidad de dotaciones culturales de esta zona de viviendas”.
Jimena Zalles, técnica forestal, se ha preocupado de la repoblación de plantas autóctonas y aromáticas por todo el paseo “un flujo verde que invoca al arroyo”. La vaguada tiene accesos laterales por el lado Oeste -desde la zona del centro comercial- y también por cada extremo de los dos puentes por los que discurren las calles Arroyo del Coronel al sur y la calle Valdehurones donde se ha incorporado una escalera metálica para descender. En este paseo hay puentes de madera, rincones demarcados por grandes piedras, bancos, jardines y bancales y hasta una zona canina con pioneras farolas de luz solar.
Los arquitectos señalan que “ahora queda por ver cómo las personas colonizan este lugar y sus comportamientos”. Esta intervención constituye una llamada al urbanita para que disfrute y cuide del campo que está detrás de los muros de sus urbanizaciones y como recuerda Pikionis “la Democracia parte de los espacios públicos que nos permiten compartir y encontrarnos”.